Análisis de In Other Waters

No hay entorno en el que me sienta más relajado que dentro del agua. Un ejercicio que me gusta hacer que es nadar hacia el fondo marino, expulsar casi todo el aire para que el cuerpo no flote y permanecer unos pocos segundos totalmente quieto, con los ojos cerrados, tratando de percibir lo que sucede a mi alrededor con otros sentidos. Quizá por ello el primer proyecto de Jump Over the Age (en la práctica Gareth Damian Martin, editor del fanzine de arquitectura y videojuegos Heterotopias) llamó mi atención desde el primer momento: frente a las aproximaciones al océano principalmente como fuente de peligros, este título se acerca a las masas de agua como un lugar de calma y descubrimiento.

In Other Waters nos pone al mando de la Inteligencia Artificial que controla el traje de buceo la xenobióloga Ellery Vas, que ha quedado varada en Gliese 677C tras acudir a la llamada de su compañera Minae Nomura. En este planeta encontramos vida alienígena pero también rastros que nos indican que no somos los primeros en descubrir la existencia de este lugar. Es importante señala la separación entre la IA y la propia Ellery, ya que nunca vemos el mundo a través de los ojos de la doctora. Nuestra visión es la de una máquina y como tal percibimos el mundo a través de una interfaz que nos ayudará a distinguir diferencias de altura, organismos en movimiento o densidad de partículas, pero que también las sensaciones que provoca.

El hilo conductor que nos empuja a explorar es una trama acerca que resulta interesante y está bien contada, pero también está bastante vista; nuestra tarea de investigar los restos que nos ha ido dejando Minae por el planeta para investigar a fondo su historia conduce pronto a temas de colonización espacial. Cumple a la perfección su función vertebradora de la estructura del juego y tiene un mensaje ecologista especialmente vigente, pero en el fondo no deja de ser una excusa para invitarnos a centrarnos en el elemento que funciona como motor del juego: la propia exploración de Gliese 677C.

Leer más…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *