La ingeniería electrónica más vanguardista no está reñida con la belleza. Los equipos de alta fidelidad que en su momento rompieron los moldes del diseño nos recuerdan cómo consumíamos la música hace no tantos años
La ingeniería electrónica más vanguardista no está reñida con la belleza. Los equipos de alta fidelidad que en su momento rompieron los moldes del diseño nos recuerdan cómo consumíamos la música hace no tantos años