Análisis de Super Lone Survivor – El survival horror indie celebra su aniversario con una edición ampliada

En el año 2012 Jasper Byrne publicó Lone Survivor, un survival horror indie que destacó ya en su momento como uno de los títulos más fieles de la ola de seguidores de Silent Hill (aquí puedes leer nuestro análisis del original). Byrne es conocido sobre todo por su faceta como músico – apareció en ambas entregas de Hotline Miami con temas destacados como Decadence Dance – pero Lone Survivor nunca ha desaparecido del radar. Tras varios años de trabajo en una versión definitiva del juego y todavía a tiempo para celebrar su décimo aniversario, Super Lone Survivor llega para redescubrirnos el juego, aunque quizá con pocos alicientes para quien ya lo jugó en su momento.

Super Lone Survivor nos pone en la piel de uno de los pocos supervivientes a un evento apocalíptico. Para conseguir recursos se verá obligado a abandonar la seguridad de un piso que ha ocupado en un edificio residencial, y rodeado de monstruos y asaltado continuamente por alucinaciones, el superviviente tendrá que gestionar tanto su salud física como mental si quiere probar suerte y descubrir qué mundo le espera ahora fuera del bloque de pisos. Pronto asumimos que la historia está siendo contada por un narrador poco fiable; la realidad, si es que en algún momento la estamos contemplando realmente, se va fundiendo con unos sueños que nos presentan a extraños personajes que tienen más preguntas que hacernos que respuestas para darnos.

Al igual que el original, es un survival horror claustrofóbico que hace un uso muy hábil de las 2D para limitar nuestras opciones de acción. Podemos disparar al pecho a los monstruos, pero si queremos evitar quedarnos sin munición tendremos que acercarnos hasta ponernos en una situación vulnerable para disparar a la cabeza para realizar más daño o a las rodillas para incapacitar a los enemigos más rápido. Si optamos por el sigilo, tendremos que usar cebos, escondernos en recovecos e intercambiar las balas por bengalas que nos permiten pasar por delante de los monstruos, pero seguirán ahí cuando volvamos. Técnicamente es posible pasarse el juego sin disparar una sola bala (lo hice en la versión original), pero para ello es necesario ser paciente, memorizar cada rincón del edificio y aprender la manera de crear rutas seguras.

Leer más

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *