Sobre el papel debería ser bastante sencillo describir la mejora de The Division 2 para la nueva generación de consolas, con unos resultados bastante predecibles. Al igual que otros títulos, como God of War o Days Gone, el código de la anterior generación se ha actualizado para hacer que el juego sea consciente de que está funcionando en un nuevo hardware, desbloqueando el frame-rate en el proceso. El resultado es que la experiencia que estaba limitada a 30FPS ahora funciona a 60FPS – o cerca – sin que cambie prácticamente nada. Esto es lo que se ha logrado en Xbox Series X, pero algo falla en la versión de PlayStation 5, en la cual se pierden algunos efectos gráficos importantes, características visuales que no solo están presentes en las consolas Xbox, sino también en PlayStation 4 Pro.
El titular, sin duda, es que ahora todas las versiones funcionan a 60FPS, eliminando el bloqueo a 30FPS que había en la anterior generación. Esto hace que la acción sea mucho más fluida, algo transformador para un shooter en tercera persona, y también hay mejoras en los tiempos de carga y, en Xbox, en el filtrado de texturas. En lo que respecta a la resolución, The Division 2 mantiene su impresionante técnica de reconstrucción temporal, lo cual significa que discernir la cantidad real de pixeles es un poco complicado. En todas las plataformas se utiliza resolución dinámica, con lo cual la acción a 60FPS se muestra entre 900p y 1080p en Xbox Series S, aumentando hasta el rango entre 1800p y 2160p en Xbox Series X. Mientras, PlayStation 5 opera con un rango muchísimo más amplio, donde 1080p es la resolución más baja registrada y 1890p la máxima y más alta.
La configuración gráfica en las nuevas consolas Xbox parece ser la misma que en la Xbox One X de la anterior generación, pero el paso a un almacenamiento de estado sólido y las mejoras en la CPU amplían la eficiencia de los sistemas de streaming, minimizando hasta cierto punto el pop-in de texturas y geometría. Las consolas Xbox Series, por lo tanto, obtienen la mejora de frame-rate y también algunos refinamientos visuales, proporcionados por la función de retrocompatibilidad a nivel de sistema y por la potencia bruta del nuevo hardware.