El pasado 9 de enero, la esperada expansión Iceborne llegó a la versión de PC de Monster Hunter World, y a pesar de que ha vendido lo que no está escrito muchos han sido los jugadores que han experimentado problemas de rendimiento tras la instalación del juego, y peor aún, que han perdido sus partidas guardadas.
Ahora, Capcom ha prometido solucionar esos problemas pronto.
Poco después del lanzamiento de la expansión, Capcom reconoció en Twitter que Iceborne tenía problemas de rendimiento que causaban caídas de frame rate y congelaciones, y que lo estaban investigando. Y parece que la investigación ya ha terminado: en un nuevo post en Steam la compañía asegura haber descubierto un problema con Iceborne que hace que use una cantidad excesiva de la CPU «durante el gameplay activo».