Dos de mis semanas favoritas del año coinciden con la celebración de sendos eventos benéficos centrados en speedruns: la Games Done Quick y su homólogo veraniego. Estos eventos reúnen a los fans de pasarse juegos a toda velocidad (con glitches, con mandos extravagantes o incluso con un perro a los mandos) y consiguen contagiar su entusiasmo gracias a la pasión de los propios runners y a comentaristas que explican qué está sucediendo en pantalla, algo que no siempre es autoevidente.
Muchos de ellos tratan de responder a la pregunta “¿qué juego es ideal para empezar a aprender a speedrunnear?”, una respuesta que se vuelve más fácil cada año con el lanzamiento de juegos donde el speedrun es una mecánica integrada en el conjunto como Neon White, Anger Foot o el futuro I Am Your Beast. El speedrun goza de un momento de forma ideal, y quizá no hay mejor prueba de ello que el título que nos ocupa, un lanzamiento veraniego de Nintendo que nos invita a completar sus juegos clásicos a toda velocidad.
Nintendo World Championships: NES Edition es un recopilatorio de desafíos cronometrados basados en juegos de la NES original como Metroid, The Legend of Zelda o Super Mario Bros. Los desafíos varían enormemente en duración y dificultad: reventar un globo en Balloon Fight nos llevará menos de dos segundos, mientras que empezar Super Mario Bros. en 1-1 y llegar al final del juego se acerca a los 10 minutos.