
Casi un mes después de la presentación de Persona 5 Strikers y la confirmación de su lanzamiento en occidente hemos podido ponernos a los mandos de este spin-off del RPG Atlus. Como comentábamos en el anterior texto, parece aspirar a ser una secuela pese a estar desarrollada por los veteranos Omega Force, conocidos por sus musou como Dynasty Warriors, Hyrule Warriors o Fire Emblem Warriors. Para este avance hemos jugado desde el principio de la aventura hasta el final de la primera mazmorra.
La historia comienza unos meses después del final de Persona 5, con un reencuentro de los Ladrones Fantasma a tiempo para preparar las vacaciones de verano. El plan se tuerce pronto debido a una nueva amenaza: en Shibuya ha aparecido una «Cárcel», una versión alternativa de la ciudad similar a un Metaverso. Una diseñadora de moda llamada Alice está usando este lugar para «robar los deseos» de los habitantes de Tokyo, esclavizándolos y eliminando su voluntad.
Aunque el estudio aseguraba en la presentación que sería un juego pensado también para quienes no habían jugado al original, durante las primeras horas no he visto que el juego se esfuerce demasiado por presentar al equipo o las particularidades de su universo más allá de refrescar algunos detalles. Los personajes dejan claro que ha habido una aventura previa (es bastante gracioso cómo todo el mundo se gira de forma automática hacia Joker cada vez que hay que elegir a un «voluntario» para una misión) y la sensación predominante es la de estar asistiendo a un reencuentro con unos viejos conocidos, como si Persona 5 nunca hubiese terminado del todo.