Análisis de Age of Empires II: Definitive Edition

Cuando llevas más años jugando a videojuegos que días tiene un mes – lo que conlleva ser un poco saurio, lo sé – lo normal es que, más tarde o más temprano, hayas terminado acercándote a todos los géneros habidos y por haber. ¿Fútbol? Trae ese ISS para aquí, a ver. ¿JRPG? He jugado hasta a un Persona en la PSP. ¿Dwarf Fortress? Jamás acerques semejante espanto a menos de cien metros de distancia de mi persona. Así, lo normal es que llegue el día en que caiga en tus manos un juego de estrategia y pienses «¿y por qué no?».

Y si hablamos de estrategia, una de las sagas clásicas del género es, sin ningún género de dudas, Age Of Empires. Con tres entregas en su haber, la creación de Ensemble Studios marcó a muchísimos jugadores con su mezcla de gestión de recursos, batallas y anclaje en la historia universal. No solo podíamos dedicarnos al arte de la guerra sino que, además, instruía deleitando; la excusa perfecta para tirarnos horas y horas frente al monitor y disfrazar semejante vicio de lección de historia antigua. La segunda entrega de la saga, Age Of Empires II: The Age Of Kings, se centró en la época de la Edad Media y sus turbulentos tiempos, siendo uno de los juegos de estrategia en tiempo real – o RTS – más importantes de su época. Tanto es así, que ha seguido recibiendo expansiones de su campaña y revisiones hasta hace bien poco.

Y hasta aquí la lección de historia. Porque ahora llegamos a la rabiosa actualidad, la que está copada por esta Definitive Edition de Age Of Empires II. Y que no solo viene con un buen repaso gráfico para dejar el juego acorde a los tiempos modernos sino que, por si fuera poco, trae un buen puñado de novedades bajo el brazo.

Leer más…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *