Confieso que, en no pocas ocasiones, mi cabeza va ensamblando los textos que voy a presentaros conforme voy jugando. Mutatis mutandis, claro está. Como doy por hecho que habréis sabido perdonar que os haya colado uno de mis latinajos favoritos, prosigo hacia adelante apuntando que este Black Ops 6 no ha sido la excepción que confirma la regla: que una sub-saga de Call of Duty – o spin-off, o como más os guste llamarla – vaya por su sexta entrega no hace sino apuntalar aún más una percepción que lleva muchos años asentándose en el inconsciente colectivo de los aficionados al videojuego: la aparición de un nuevo Call Of Duty antes era un evento, ahora es, simple y llanamente, mera rutina.