
Un nuevo modelo de PlayStation 5 ha llegado al mercado: la revisión CFI-1100 que sustituye al modelo CFI-1000 de lanzamiento. Hace unos días ya os comentamos nuestras primeras impresiones sobre la máquina, llegando a la conclusión de que, en la práctica, no hay una diferencia significativa entre el modelo nuevo y el viejo. Sin embargo, sigue habiendo muchas preguntas sobre las decisiones tomadas por Sony respecto a esta revisión de PlayStation y, sobre todo, si hay una diferencia real entre ellas, especialmente en las implicaciones a largo plazo. Y, quizás lo más relevante: si el sistema de refrigeración ha sufrido una reducción de costes, ¿funciona la máquina a mayor temperatura? Y si lo hace, ¿hasta qué punto importa eso?
Para probar la PlayStation 5 en todos los aspectos, pasé un buen tiempo ideando una serie de pruebas de rendimiento para la consola, comparando el nuevo modelo CFI-1100 con la máquina de lanzamiento. Esto resultó ser más complicado de lo que imaginas, porque básicamente uno de los mayores logros de esta nueva generación de consolas es que el rendimiento de los juegos es, por lo general, excelente. Conseguir unas cifras útiles implica aislar situaciones que se puedan repetir en una variedad de títulos donde sea posible desbloquear el rendimiento o apreciar caídas sostenidas por debajo de los sesenta frames por segundo. En teoría esta prueba debería ser superflua, debido a que la base de las consolas es que todas las máquinas deberían funcionar exactamente igual. Dicho esto, pensé en que PlayStation 5 tiene una velocidad boost, y aunque la implementación descrita por Sony debería garantizar resultados consistentes entre una máquina y otra, esto nunca se ha puesto a prueba. Al mismo tiempo, algunos usuarios creen, erróneamente, que la velocidad boost es similar a la implementación del PC, donde las frecuencias se ajustan en función de la temperatura, así que ¿por qué no comprobarlo para acabar con esa discusión de una vez por todas?
La segunda parte de las pruebas se refiere a la configuración del hardware de la propia máquina, y tras mis primeras impresiones recibí un correo de Steve Burke, de Gamers Nexus, para ver si podía conseguirle una consola para que la probase. Gamers Nexus es conocida por la calidad de sus análisis de hardware y nadie es más exhaustivo en sus pruebas, así que le envié mi propia consola, la cual Steve desmontó. Lo minucioso de su trabajo es tal que, pese a que se han publicado otros artículos después del vídeo original de Austin Evans que inició la polémica, los resultados de Gamers Nexus son los más completos y exhaustivos. Quiero decir, Steve incluso creó una «PlayStation 5 Frankenstein» para comparar las temperaturas de la misma placa usando el sistema de refrigeración original y el renovado, eliminando cualquier diferencia potencial causada por la lotería con los chips (porque ninguno de los que se fabrican es exactamente igual que otro). En el proceso, también hemos aprendido más sobre los cambios internos que ha hecho Sony en la máquina.