Análisis de Live a Live – Un JRPG que logra sorprender casi treinta años después de su lanzamiento

Hace unas semanas me llegó a casa A Guide to Japanese Role Playing Games, un libro sobre la historia de uno de mis géneros predilectos. A medida que pasaba las páginas no podía dejar de pensar en la gran cantidad de obras que salen en el libro con textos en japonés y que en muchos casos jamás recibirán un lanzamiento oficial fuera de estas fronteras. La barrera del idioma. Por este motivo, siempre es motivo de celebración que una compañía se decida a recuperar uno de estos títulos perdidos en el tiempo y facilitar su acceso a quienes no pudieron disfrutar de la obra original, especialmente si de dicho juego aún podemos extraer lecciones casi treinta años después de su lanzamiento.

Live a Live es el remake de un JRPG de Square Enix, publicado originalmente en el año 1994 para la Super Nintendo, que jamás llegó a salir de Japón. El título original contó con la dirección de Takashi Tokita (diseñador de Final Fantasy IV y director de Chrono Trigger y Parasite Eve) y diseño de sistemas de Nobuyuki Inoue (director de Mother 3, que tampoco recibió localización), además de diseños de personajes de casi una decena de mangakas, siendo probablemente el más conocido Gosho Aoyama (Detective Conan). Para la ocasión se le ha dado un lavado de cara con un apartado visual HD-2D como el de Octopath Traveler o Triangle Strategy, pero por lo demás es una recreación 1:1 del original.

A nivel práctico Live a Live funciona como una colección de relatos protagonizados por personajes separados por el tiempo y el espacio. Podemos jugar como un cavernícola prehistórico que todavía no ha descubierto la palabra, un anciano sifu de la China Imperial que quiere transmitir sus conocimientos, un shinobi de la era Edo encargado de proteger la paz, un forajido que huye de su pasado en el Salvaje Oeste, un luchador profesional del Presente, un joven pandillero con poderes telekinéticos que habita en un futuro cercano y un pequeño robot que sirve de apoyo en una nave de transporte espacial. No hay un orden definido en el que acometerlos y, si nos apetece, siempre está la opción de salirnos a mitad de trama para saltar a otro capítulo.

Leer más

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *