Uno de los aspectos más bonitos, más brillantes, más carismáticos de los Mario & Luigi originales que salieron para Game Boy Advance es lo muchísimo que disfrutan ser un juego protagonizado por dos personajes. El desarrollo y las mecánicas hacen un hincapié muy especial en que, por una vez, no solo somos Mario: somos Mario y somos Luigi al mismo tiempo, y eso abre un montón de nuevas ideas y posibilidades. Conexión Fraternal, la primera entrega nueva de la saga en unos diez años, tiene diferencias notables con esos primeros juegos de AlphaDream, pero comparten ese gusto obsesivo por recordarnos que en este mundo todo es compartido. Los ataques, las guardias, las habilidades, los puzzles y el progreso. El “solo no puedes; con amigos sí” está en el centro de la saga y, en Conexión Fraternal, el profundo cariño y apoyo que se muestran constantemente Mario y Luigi hace que la entrega brille con luz propia.