Análisis de Persona 5 Tactica – una aproximación ligera al RPG táctico que explora un nuevo personaje

Desde que Atlus se dio cuenta de que podía aprovechar el éxito de la plantilla de los Persona para lanzar toda clase de juegos a su alrededor hemos tenido representantes de géneros tan dispares como el ritmo, la lucha o los musou. Como norma general han sido representantes más que decentes de sus géneros, apoyándose en colaboraciones con empresas asentadas como Arc System Works y Omega Force, pero siempre han flaqueado en el mismo punto: la historia ha sido en el mejor de los casos olvidable. Si me preguntáis, el principal motivo es que estos títulos han puesto el foco de atención de nuevo en sus protagonistas pero no les ha permitido evolucionar ni un milímetro más allá del desarrollo de personajes de su trama, impidiendo que sus conflictos tengan mucho peso. Tactica se atreve a dejar a su casting en segundo plano y probar suerte dándole a un nuevo personaje.

Persona 5 Tactica se sitúa en un punto ligeramente posterior al juego original, en una tarde calmada que vuelve a reunir a los Ladrones Fantasma en el café LeBlanc. Una misteriosa marca aparece en la puerta del local y les conduce a un Metaverso desconocido que parece ambientado en una ciudad europea. Allí se encuentran con una joven revolucionaria llamada Erina que trata de derrocar a la autoritaria líder Marie y con un político japonés llamado Toshiro Kasukabe que había desaparecido del mundo real hace unos días. Kasukabe, que sufre de cierta amnesia en torno a su pasado, pronto se convierte en el centro de la trama.

Aunque muchos spin-offs de Persona introducen algún que otro personaje nuevo a la acción (Hikari y Nagi en PQ2, Labrys y Sho Minuzaki en los P4 Arena, EMMA en Strikers), generalmente suelen servir como vehículo para iniciar la nueva trama. Kasukabe es quizá el primer personaje en el que he visto la intención de construir una historia más elaborada, sin miedo a dejar a los propios Ladrones Fantasma como comparsa del desarrollo de este joven miembro de la Dieta. De hecho, el propio equipo original es quizá lo menos destacado del conjunto, ya que como suele pasar en estos títulos secundarios, se limita a mantener sus señas de identidad de la campaña original y se convierten en una versión ligeramente paródica de sí mismos sin espacio para evolucionar. Mover el peso de la trama a este nuevo personaje es un cambio agradecido; la mayoría de spin-offs destacan más por lo mecánico que por lo argumental (salvando P5 Strikers, que logra destacar en ambos aspectos) permitiéndose además introducir el contraste entre los personajes ya conocidos y un Kasukabe que cuenta con una personalidad mucho menos dada al conflicto pero también una perspectiva de adulto como Zenkichi en Strikers.

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