Yu-Gi-Oh! no es Pokémon, Digimon o Dragon Ball, pero es innegable que es una de las grandes franquicias japonesas de su época. Incluso antes de que el juego de cartas acabara adquiriendo vida propia, tanto el manga como el anime llegaron a competir contra los tres grandes de su generación – Naruto, Bleach y One Piece – en términos de popularidad durante finales de los noventa y principios de los dosmiles. Por eso no debería extrañar a nadie que hoy exista una gran nostalgia por esta franquicia, especialmente por la primera mitad de su historia, incluso entre los propios jugadores del juego de cartas, que recuerdan con cariño los tiempos más sencillos donde lo más poderoso que podía ocurrir es que te bajaran las cinco piezas de Exodia.