Lanzar un juego de un género cuyos mayores exponentes tienen ya más de una década puede sonar arriesgado, pero si algo ha demostrado el MOBA es que juega en una liga distinta a la que dictan las tendencias y el mercado de los videojuegos. Por eso, que los españoles de Mindiff hayan decidido lanzarse a la siempre difícil tarea de competir en un espacio donde ya existe un rey indiscutible puede no ser tan arriesgado como parece: siempre hay espacio para la innovación, para ese girito que te separa de la norma y te hace destacar; y eso es exactamente lo que pretende The Inmortal Mystics.
En la presentación a la que acudimos (de manera virtual, obviamente) se hizo especial hincapié en esa idea, perfectamente representada en el testimonio de uno de sus responsables al contarnos que todos ellos eran ávidos jugadores de League of Legends o Dota 2, pero que las obligaciones de la vida cotidiana y lo estricto de las reglas que rigen a este tipo de juegos hacía que juntarse para algo más que una partidilla suelta fuera casi un imposible. Un concepto que todos los que no nos llamamos Faker podemos entender a la perfección, y una apertura clara por la que comenzar a meter la patita para ganarse la atención de los aficionados y aficionadas al género.
De ahí que, pese a que lo que pudimos ver todavía está en ese limbo que es el paso de alpha a beta, ya empiecen a destacarse algunos cambios notables. El más llamativo, o al menos el que más captó mi interés, es el que se refiere a los roles de cada personaje: si bien se siguen manteniendo posiciones, como el «jungla» – que aquí recibe el nombre de «criador» -, lo cierto es que The Inmortal Mystics pretende fomentar una mayor flexibilidad con respecto a qué puede hacer y qué no cada personaje. Para apoyar esta personalización durante la partida, el estudio pone en nuestras manos dos conceptos clave: una habilidad seleccionable antes de empezar basada en los cuatro elementos (fuego, tierra, aire y agua), que puede – y debe – ser combinada con la del resto del grupo para maximizar su utilidad; y un concepto conocido como «armadura» que se traduce en gemas que puedes ir poniendo a medida que subes de nivel en distintos huecos del inventario, para cambiar con ello las estadísticas de cada personaje y reforzar la función que quieres que lleve a cabo dentro del equipo.