Más de 1.500 empleados de Activision-Blizzard han firmado una carta en repulsa de la respuesta de la compañía a la denuncia interpuesta, por parte del estado de California, a la situación de acoso sexual y discriminación a la que se ven sometidas las empleadas de la desarrolladora.
La demanda es el resultado de dos años de investigación extensiva realizada por el propio gobierno, que concluyó que la empresa discrimina a las mujeres que trabajan en ella en términos de condiciones de empleo, como el salario, el tipo de tareas asignadas, las condiciones de despido o las posibilidades de ascenso. Además, la demanda detalla varios casos de agresiones sexuales dentro del ámbito del trabajo. La situación, según se explica, afectaría especialmente a las mujeres racializadas que forman parte de los equipos.
Ante estas acusaciones, el presidente de Blizzard, J. Allen Brack, y el presidente de Activision, Rob Kostich, enviaron sendos e-mails internos a los empleados condenando las actitudes descritas en la demanda, pero señalando, también, que consideraban que las acusaciones no se correspondían con la realidad de la empresa. Ante esto, los trabajadores han respondido: