Microsoft ha clarificado cómo funcionará la retrocompatibilidad en Xbox Series X, confirmando que la nueva consola aplicará su propio set de mejoras, en vez de utilizar las que ya tiene Xbox One X.
Actualmente Xbox One X, la consola de actual generación más potente de Microsoft, aplica mejoras exclusivas en determinados títulos de Xbox One y Xbox 360, incluyendo ampliación de resolución hasta 4K, compatibilidad con HDR, frame-rates más rápidos y un filtrado de texturas optimizado.
Estos días se había especulado con la posibilidad de que Xbox Series S, al tener una configuración de memoria inferior a la de Xbox One X, no sería capaz de aplicar esas mejoras, y al final ha resultado ser el caso.