
Sega y Nintendo coparon los titulares en la década de los noventa, pero fue SNK la que robó el corazón a toda una generación con su exquisita Neo Geo, una consola que cumplía totalmente con la promesa de lleva la calidad de los videojuegos de las recreativas a tu hogar. Al fin y al cabo, era exactamente eso: una recreativa que podías conectar a tu televisor.
El sistema llegó primero a los salones recreativos con el sistema MVS, y más tarde, a principios de 1990, se lanzó al mercado la versión doméstica, denominada AES (Advanced Entertainment System). La Neo Geo sigue siendo una consola con un atractivo propio; quizás sea por lo prohibitiva que era para la gran mayoría del público – en España llegó a las tiendas con un precio de 79.900 pesetas y los juegos costaban desde 20.000 pesetas (los más baratos) hasta casi 50.000 (los más caros) – o porque llegó al mercado justo antes de que despegara el videojuego en 3D, con lo cual sus títulos siguen siendo algunos de los más destacados en 2D. La cuestión es que, pese al paso de los años, la Neo Geo sigue seduciendo por igual a los usuarios.
SNK se vio envuelta en oscuridad con el cambio de siglo, y el colapso del género de los juegos de lucha sumado al fracaso comercial de la Neo Geo provocó su bancarrota en 2001. La compañía cambió de manos a lo largo de los años y también modificó su estrategia en el proceso, pasando de las máquinas de pachinko a los recopilatorios y nuevos juegos de franquicias bien establecidas, pero no fue hasta 2016 cuando se restauró su vieja gloria, manteniendo el nombre SNK junto con la icónica frase ‘The Future is Now’.