
Lo de los speedrunners es algo que siempre me ha parecido fascinante. No solo por la tremenda habilidad que supone pasarse un juego en el menor tiempo posible, conociendo todos sus recovecos y aprovechando a tu favor sus debilidades, sino por cómo le dan la vuelta a la tortilla para que el objetivo no sea simplemente llegar a ver los créditos.
Algo así está pasando con la comunidad de speedrunners de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, que están intentando dar de comer a todos los perros del juego en el menor tiempo posible.
Las reglas son simples: dar de comer a todos los perros del juego y recoger los dieciséis tesoros que dejan. Más allá de eso, claro, uno puede aprovecharse de todos los exploits típicos de la labor, como atravesar paredes y saltar encima de enemigos con un escudo.