El remake de Brothers A Tale of Two Sons tal vez no sea necesario, pero sí lo son más juegos así

A Josef Fares a menudo se le recuerda por su famoso “Fuck the Oscars!” y creo que, de alguna forma, eso aporta cierto descrédito a quien es, por méritos propios, uno de los mayores talentos y creativos de nuestro sector. Qué queréis que os diga, siempre en el equipo de un tipo que siempre habla con sinceridad y sin tapujos, que no tiene ningún reparo en decir que prefiere recibir un disparo en su rodilla antes que añadir NFTs a sus juegos. Vale, a veces peca de ser un poco tribunero, pero en una industria en la que los mensajes están tan prefijados por equipos de marketing que apenas permiten moverse de un guion estipulado se agradece esta naturalidad que debería ser norma pero no lo es.

El sueco-libanés procede del cine, donde dio sus primeros pasos y llegó a dirigir hasta cinco películas. De ahí salto al videojuego, al que siempre ha defendido como un arte, y se estrenó hace ya más de diez años con Brothers: A Tale of Two Sons. Una fantástica obra que tuvo buena acogida por crítica y público, aunque Fares comenzó a ser más mediático a posteriori con A Way Out y, sobre todo, It Takes Two, título con el que ganó el premio a juego del año en la gala The Game Awards, años después de que mandara a paseo a los Oscars con una inolvidable peineta. Ahora, tal vez para refrendar su impronta, llega un remake de su ópera prima en el sector, que puede haber quedado algo más olvidada debido a sus trabajos posteriores, y que merece todo el reconocimiento ya que es una de las aventuras más emocionantes e impactantes que recuerdo.

Curiosamente, a pesar de ser un trabajo de autor y con una impronta personal importante, Fares no está involucrado en este remake, y son tanto 505 Games como el estudio Avantgarden quienes se han lanzado con esta oportunidad que retoma una de esas propuestas que te puedes acabar en una tarde, pero que no vas a olvidar en toda tu vida. Hemos podido probar esta nueva versión y tal vez lo mejor sea responder cuanto antes la pregunta que la mayoría os estaréis haciendo: ¿merece la pena jugarlo? Si ya lo hicisteis en su día, tal vez no sea imperativo ya que, en esencia, es el mismo juego que en 2013 y no añade ningún nivel o contenido que pueda resultar un aliciente, más allá de que queráis darle una nueva vuelta para recordarlo, algo apetecible gracias a su contenida duración. Si no lo habéis jugado es una oportunidad de oro y, creo, sois el público objetivo para el que se lanza esta reedición.

Leer más

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *