Microsoft pierde entre cien y doscientos dólares con cada consola Xbox vendida en el mercado.
Así lo ha admitido el propio Phil Spencer, quien reconocía en una entrevista concedida a CNBC que tanto Xbox Series X como Xbox Series S se venden a pérdidas, con la expectativa de que después ese dinero se recupere con la venta de otros productos, como videojuegos o accesorios.
En el caso de Microsoft, esto se traduce en una pérdida de cien dólares con cada Xbox Series X vendida, y de doscientos dólares con cada Xbox Series S.