Análisis de Dredge – Un excelente giro de tuerca a los juegos de pesca con un toque de horror cósmico

Hacer algo nuevo es difícil. Hacer algo con personalidad lo es incluso más. Para conseguirlo es necesario encontrar maneras de impregnar de nuestros colores elementos conocidos o crear algo tan radicalmente diferente que sólo pueda asociarse con nosotros. Por eso un elemento importante a la hora de juzgar críticamente un videojuego es su personalidad; cómo de único es en un panorama donde abundan los clones, la repetición y el más de lo mismo. Porque en nuestro medio, hoy en día, tener personalidad es un valor en sí mismo.

En la superficie Dredge es un juego bastante sencillo, con una personalidad bastante evidente. En él personificamos a un humilde pescador que llega a un pequeño pueblo isleño, Vértebra Mayor, donde necesitan de sus servicios. A nuestra llegada, naufragio mediante, el alcalde nos ofrece amablemente un nuevo barco, con un pequeño préstamo a liquidar, y una advertencia muy clara: que volvamos al pueblo antes de que caiga la noche. El resto del juego consiste en ejercer nuestras labores: pescar, dragar, y en ocasiones, hacer pequeños favores a los habitantes del pueblo y las islas circundantes, siempre relacionadas con las labores de la mar o el transporte de mercancías, todo ello, en la medida de nuestras posibilidades, intentando volver antes de que caiga la noche. Esto no siempre será posible, ya que una mala planificación, o un accidente desafortunado, pueden dejarnos a merced de los elementos y lo que sea que haya ahí fuera.

Ahora bien, ¿por qué debemos temer a la noche? Eso se responde rápidamente cuando tenemos que pasar un par de noches pescando a la intemperie. Extraños ojos nos miran. Siniestras bandadas de criaturas aladas nos persiguen y nos roban la pesca. Criaturas marítimas nos envisten e intentan hundirnos. Incluso nubes gaseosas de colores de otro mundo hacen que los aparatos tecnológicos de nuestro barco dejen de funcionar, dejándonos a merced de lo que haya ahí fuera.

Leer más

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *