Por norma general, no me siento muy cómoda asignando valores numéricos a los juegos, así que el hecho de que en Eurogamer no pongamos notas me suele beneficiar a la hora de aproximarme a los análisis. En esta ocasión, sin embargo, el sistema de sellos de nuestra página web ha sido mi espada de Damocles particular durante todo el tiempo que he pasado con Elden Ring: Nightreign. Tradicionalmente, a un juego que me ha gustado bastante, pero que tiene ciertos defectos y aristas muy evidentes, aunque también algunos conceptos rupturistas y bien implementados, le habría asignado un sello de “Recomendado” sin tener que pensarlo mucho… pero “Recomendado” es una palabra con unas connotaciones fuertes cuando hablamos de este juego. ¿He disfrutado y apreciado el bucle jugable de Nightreign durante más de 30 horas, a las que fácilmente podría sumarle otras 20 sin mucho esfuerzo? Sí. ¿Os recomiendo jugarlo? Bueno…