Análisis de Soulstice – Un hack and slash con ideas, pero sin tijera

Es innegable que, durante mucho tiempo, el videojuego ha ido asimilando, y de qué manera, no pocos resortes propios del cine para ir creando un lenguaje propio que, a día de hoy, todavía mantiene colgado el cartel de «Zona en Construcción». Ahora bien, que una de sus más patentes referencias sea el celuloide no quita para que quepan otras que quizá puedan pasar algo más desapercibidas. Ya que en el videojuego predomina tantísimo el aspecto visual, era inevitable que, en algún momento, los desarrolladores se fijaran en el mundo de las viñetas. Si a esto le sumamos el monumental peso de Japón en ambas industrias – manga y software -, no es de extrañar que esta relación no haya hecho sino estrecharse con el paso de los años. Sin embargo, hay obras tan seminales que su legado parece jugar en contra de su adaptación. Berserk, el majestuoso y casi inabarcable manga del añorado Kentaro Miura, ha visto como esfuerzo tras esfuerzo de trasladar su legado a uno u otro medio corrían sin demasiada pena pero tampoco gloria – y tanto daría que me refiriese a los juegos como al anime – mientras la exquisita destilación de su atmósfera cimentaba la revolución que encabezó Demon’s Souls y apuntaló Dark Souls.

Soulstice es un título que, para el observador casual, bien podría pasar como un hack and slash apócrifo de Berserk.

Desarrollado por Reply Game Studios, Soulstice nos pone en la piel de Briar y Lute. A la vez. O lo que es lo mismo, una quimera. Una unión entre un espíritu y un guerrero a la Orden Del Filo Cinéreo que, en este caso, tendrá que investigar el origen de una monstruosa grieta que ha aparecido en mitad de la ciudad de Ilden y que ha aniquilado a la práctica totalidad de su población mientras de la misma surgen demonios, espíritus y, probablemente, calaveras voladoras. Por el camino, Briar y Lute descubrirán aliados improbables, secretos sobre su origen y la orden a la que juraron lealtad y muchos otros misterios mientras luchan contra la corrupción que dio lugar a su origen y las abominaciones que surgen del vórtice disforme que amenaza con desgarrar la realidad misma.

Leer más

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *