Unity ha anunciado la cancelación con efecto inmediato de su polémico «costo de Runtime» para el uso de su motor, a través del cual se cobraba a los desarrolladores por cada instalación de sus juegos.
Este plan se introdujo el año pasado y generó una fuerte polémica entre la comunidad de creadores. Muchos títulos en desarrollo, como consecuencia de ello, migraron a otros motores.
El actual presidente y CEO de Unity, Matt Bromberg, explicaba en el blog oficial que han decidido volver al anterior modelo de suscripción «tras profundas consultas con nuestra comunidad, consumidores y socios».