La barrera del idioma ha sido, históricamente, uno de los elementos que más quebraderos de cabeza han dado a los jugadores desde el principio de los tiempos. No es de extrañar, teniendo en cuenta lo potente que es Japón dentro de la industria: un país con una cultura y un idioma radicalmente diferentes a los de Occidente, y una producción de videojuegos extensísima con muchísimos nichos de público distintos. Esto significa que, necesariamente, muchos títulos relevantes e incluso pivotales para sus respectivos géneros se han quedado dentro de las fronteras del país, y en el resto del mundo no han podido disfrutarse.
En los últimos años, muchas editoras se han dado cuenta del interés creciente de Occidente en géneros como el JRPG o la novela visual, y nos han hecho llegar títulos que llevaban, en algunas ocasiones, décadas fuera de nuestro alcance. The Silver Case, el juego debut de Suda51 que salió en PlayStation en 1999, no fue jugable en Occidente hasta el año 2016; la gran popularidad en Internet de la saga Danganronpa (PSP, 2010) hizo que Spike Chunsoft se hiciese cargo de su traducción al inglés en su versión de PlayStation Vita y de las posteriores secuelas en el año 2014. La duología Famicom Detective Club fue una de las primeras novelas visuales que se publicaron en consola, en la NES, pero aunque se lanzó en 1988, en Occidente no pudimos jugarla hasta el pasado año 2021, con la versión renovada de Nintendo Switch que salió el pasado mayo. Estos juegos vinieron, eso sí, en inglés. Pero también hay ejemplos más recientes y, de hecho, bastante notables dentro del ámbito hispanoparlante: Shin Megami Tensei 3: Nocturne, desarrollado por Atlus y publicado por Nintendo, fue la primera entrega de esta serie de juegos de rol en llegar a España en completo castellano, y unos meses más tarde le seguiría Shin Megami Tensei V. Algo similar sucedió con Judgment, Lost Judgment y Yakuza: Like a Dragon, títulos con los que, después de la creciente popularidad de la saga, el estudio Ryu Ga Gotoku probó suerte localizando al castellano.