Probamos el nuevo mando Instinct Pro de SCUF para Xbox y PC

SCUF, desde su fundación en 2010 (aunque sus primeros productos no llegaron a las tiendas hasta un año más tarde), es uno de los nombres más reconocibles dentro del sector de fabricantes de pads premium para consola y PC. Hay dos factores que siempre les ha caracterizado: un hardware de calidad, pensado especialmente para jugadores profesionales y entusiastas, y la idea de que los mandos no tienen por qué ser piezas aburridas salidas de una cadena de producción, sino que pueden adaptarse al gusto de cada usuario de forma independiente. A finales de 2019 la compañía pasó a formar parte de un gigante como Corsair (un gigante que ya aglutina también a Elgato y Origin PC) y hoy llega al mercado su última propuesta para Xbox y PC: los gamepads de alto rendimiento Instinct e Instinct Pro.

El elefante en la habitación, claro, es uno que comparten con todo tipo de productos premium: el precio. Dejemos esto claro para quitárnoslo de en medio cuanto antes: los Instinct, como ocurre con otros productos similares (el Microsoft Xbox Elite Series 2 o el Razer Raiju Tournament Edition) son mandos que pueden hasta triplicar el precio de un mando estándar, pero esto es así porque su público objetivo es diferente. Si eres un jugador casual, a no ser que quieras un mando a medida por lo puramente estético, seguramente no sean para ti. Pero si eres un usuario entusiasta, que pasa muchísimas horas jugando o que participa en torneos profesionales, es posible que haya cosas en ellos que justifiquen sobradamente la compra. Con los pads, como con toda herramienta, a veces vale con un modelo estándar y económico, pero a veces vale la pena pagar ese plus. La decisión ya depende de las condiciones de cada uno.

Pero antes de hablar del propio mando, es interesarse detenerse en el proceso de compra, porque tiene una peculiaridad interesante. Uno de los grandes atractivos del Instinct Pro (extrapolable al resto de mandos que fabrica SCUF) es que si lo compramos en su web oficial tenemos a nuestra disposición una interfaz para personalizar hasta trece elementos, no solo en términos de color y acabado, sino también con opciones para quitar los motores de vibración y reducir el peso o la forma de los sticks analógicos. El proceso es sencillo y rápido, pero lo suficientemente profundo como para poder crear un mando personalizado totalmente a nuestros gustos, incluso en los detalles más pequeños.

Leer más…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *