Medio año después de su publicación como juego de salida de Apple Arcade, Capcom ha lanzado por sorpresa Shinsekai: Into the Depths en Nintendo Switch. Ha llegado apenas una semana antes que uno de los juegos más anticipados de la compañía, y quizá por ello ha pasado desapercibido, pero si nos sumergimos en él encontraremos un título con una propuesta curiosa que aprovecha al máximo su atmósfera.
Shinsekai: Into the Depths es un metroidvania ambientado bajo el agua en el que tenemos que mantener con vida a un solitario buzo. El avance de una gruesa capa de hielo destruye su refugio y le obliga a emprender una huida en busca de un lugar seguro, descubriendo por el camino la historia de sus predecesores. La trama se cuenta de forma muda a través de ilustraciones que nos dejó una civilización anterior, mientras que las situaciones del presente se encomiendan a la expresiva gestualidad del buzo. El traje no nos permite ver su cara o escucharle, pero gracias al trabajo de animación sabemos perfectamente lo que pasa por su cabeza en cada segundo, desde el terror por la pérdida de la seguridad de su vivienda hasta la reverencia por quienes vinieron antes que él.
En cuanto asumimos el control del personaje el oxígeno se convierte en nuestra prioridad, el recurso que nos permitirá despegarnos de las estaciones de guardado en busca de materiales con los que mejorar nuestro equipo; el único avance que el hielo nos permite es hacia las profundidades, de manera que nuestro progreso lo marca la resistencia a la presión del agua de nuestro traje. Además, necesitaremos objetos y munición para sobrevivir tanto al entorno como a una fauna salvaje capaz de romper nuestras preciadas bombonas de oxígeno.