Tenemos multiversos hasta en la sopa desde que a Marvel le funcionó la fórmula con su universo cinematográfico. Ya sabemos que la originalidad no es algo que despunte en la sociedad capitalista en la que por desgracia vivimos, y si algo tiene éxito otros tratarán de replicarlo de forma incesante para aprovechar la corriente. No es algo nuevo, esto viene sucediendo casi desde que los humanos usaban palos y piedras, seguramente porque vaya incluido en nuestros genes. Ubisoft, que parece estar actualmente en un periodo de transición, sin saber muy bien por qué camino optar (así lo estamos viendo con la ausencia de grandes sagas o desarrollos que se alargan en el tiempo), ha decidido ir por el del medio. En este vaivén anímico de la firma gala llega XDefiant, un shooter multijugador free-to-play que reúne las facciones de varias de sus licencias más populares, para ver si juntando a todas se recupera la identidad que parecen haber perdido.
Sobre el papel no parece la forma más adecuada para recuperar credibilidad, pero tiene todo el sentido desde un punto de vista empresarial. Poner en el mercado un juego gratuito lo convierte directamente en accesible para todo el mundo, y con ese pretexto es sencillo darle cuanto menos una oportunidad. Juntar varias de tus sagas más conocidas, incluso aunque tengas muchas de ellas abandonadas, puede suscitar el interés de usuarios que quizás no se hayan acercado a esos juegos. Y, además, tampoco arriesgas demasiado el tiro al publicar una propuesta con la que una amplia parte de la comunidad ya está familiarizada. Los shooters han sido el epicentro de reuniones de juego y de largas noches delante de la pantalla, especialmente en la época de esplendor de Call of Duty; Ubisoft se aferra a ese espíritu con XDefiant, y con el beneficio de la duda tras ver lo bien que han trabajado a lo largo de los años títulos similares de vertiente competitiva, como es el caso de Rainbow Six Siege.
Quizás por todo eso, tras haber echado unas cuántas partidas a XDefiant, lo mejor que os podemos decir es que es divertido. Es lo mejor que se puede decir de una propuesta que va a intentar hacerse un hueco en un mercado que la gran mayoría consideramos sobresaturado, pero con un séquito de fans siempre ávidos de novedades con las que poder salir de la rutina o la zona de confort. No os vais a echar las manos a la cabeza, pero quizás sí esbozar una sonrisa en el rostro al ver que es un shooter de estilo clásico: directo, sin complicaciones y probablemente más divertido que cualquier multijugador de los Call of Duty anuales que hemos recibido en los últimos años. Si bien ese listón tampoco parece estar demasiado alto, ya habla de que las sensaciones que hemos tenido en la beta a la que hemos podido acceder son satisfactorias, aunque sin llegar a tirar cohetes.
