
Un usuario estadounidense ha demandado a Microsoft por un problema técnico en los sticks de sus mandos de Xbox One, similar al drifting de los sticks de los los Joy-Con de Nintendo Switch. Se trata de un desvío con el que se registra movimiento cuando no se están usando, lo que puede hacer que el personaje en pantalla se mueva solo.
Tal y como vemos en VGC, la demanda, interpuesta el 28 de abril en Washington por Donald McFadden, asegura que Microsoft conoce el problema y aun así hace pagar a los usuarios por arreglar sus mandos una vez transcurridos los 90 días de garantía.
McFadden argumenta que su mando Xbox Elite mostró problemas de drifting en «poco tiempo», y que tras adquirir otro mando el problema apareció de nuevo «tres o cuatro meses después». En algunos casos, dice, los movimientos del mando se registran incluso cuando nadie está tocando los sticks.