2023 tiene que ser, para PlayStation 5, un año de inflexión. El momento en el que comenzamos a dejar atrás el pasado y en el que los juegos intergeneracionales sean cada vez más testimoniales. Porque ya va tocando sentir de verdad el salto, por pequeño que sea, y disfrutar las bondades de las nuevas consolas. Hasta ahora, hemos tenido algún que otro destello, pero también títulos ligeramente lastrados por estos desarrollos que navegan entre dos aguas. Toca, más que nunca, mirar hacia adelante.
También es verdad que ha sido un inicio de generación accidentado, y que los problemas de stock han hecho que encontrar una PlayStation 5 en las tiendas haya sido casi un pequeño milagro. La escasez de componentes ha derivado en problemas para Sony a la hora de fabricar el sistema, y la solución que han creído más conveniente ha sido la menos popular: aumentar cincuenta euros el precio de la consola. Un movimiento histórico, pero para mal. Así que toca intentar compensarlo lanzando juegazos al mercado para que, como mínimo, eso duela un poco menos.
En PlayStation Studios han puesto el listón muy alto con sus producciones propias en los últimos años, tanto continuaciones o reinicios de sagas ya consagradas o nuevas IPs que han hecho temblar los cimientos del sector, derrochando calidad por los cuatro costados.
