Seamos claros, la nueva Steam Deck OLED no es simplemente la máquina original de Valve con una nueva pantalla. Dejando de lado la carcasa externa, es básicamente una renovación total de la consola/PC y, quizás, la mayor renovación a media generación que he visto hasta ahora. Pero empecemos hablando de su fantástica nueva pantalla: es más grande, más brillante, funciona a 90Hz y, junto con mejoras en SteamOS, también ofrece compatibilidad completa con HDR. Prueba Ori and the Will of the Wisps, por ejemplo, para ver un HDR de primera categoría y te darás cuenta de que Valve está ofreciendo fidelidad de nivel home cinema en una consola portátil de videojuegos. Es simplemente alucinante.
Si la ponemos al lado de la Deck original, la nueva máquina parece básicamente igual que la primera generación, pero tan pronto como la enciendes te das cuenta de la extraordinaria diferencia que hay respecto al modelo original. Valve habla de un ratio de contraste de 1.000.000:1 (lo habitual en paneles OLED), junto con un 110% del espacio de color P3 y una tasa de refresco de 90Hz. En términos de brillo máximo con HDR, la pantalla alcanza los 1.000 nits, una mejora enorme respecto a los limitados 400 nits de la pantalla LCD original. La nueva pantalla, además, es también más grande: 7,4 pulgadas en vez de las 7 pulgadas del modelo original, lo cual se traduce en unos marcos más pequeños.
El refresco de 90Hz llega acompañado de ajustes en las opciones de limitación de frame-rate de SteamOS. En el modelo LCD los usuarios tienen control sobre el frame-rate definiendo la tasa de refresco de la pantalla. Con el software review en el que hice las pruebas esto se reducía a una simple barra, con la cual limitas el frame-rate y SteamOS configura la pantalla de 90Hz en consecuencia. Sigue sin haber VRR, pero la pantalla se puede configurar entre 45Hz y 90Hz. Escoge 30FPS, por ejemplo, y la pantalla sigue refrescando a 90Hz, repitiendo el mismo frame tres veces. Escoge 40FPS y la pantalla baja el refresco a 80Hz, duplicando cada frame.
