Sony ha sido multada por el organismo de regulación de la competencia en Francia por impedir la venta de mandos de terceros.
La compañía japonesa tendrá que pagar una multa de 13.527.000 euros tras ser demandada por el fabricante de accesorios Subsonic. Las dos prácticas por las que ha sido sancionada Sony son la aplicación de medidas para evitar la falsificación (a través de actualizaciones de firmware de la consola) que acabaron afectando de forma negativa a dispositivos legales de terceros y la opacidad del programa de partners con la etiqueta «Official Licensed Product», las cuales se dice que se emitían de forma discrecional.
Según las autoridades francesas Sony cometió un «abuso de posición dominante», imponiendo trabas y «dañando de forma significativa la imagen de marca de los fabricantes third party afectados».
