AMD ha anunciado una serie de nuevos procesadores Ryzen durante su presentación en el CES 2023, incluyendo los esperados procesadores Ryzen 7000X3D con los que la compañía tratará de competir contra la décimo tercera generación de CPUs de escritorio de Intel para volver a coronarse como reina del rendimiento en videojuegos.
La idea es bastante sencilla: tomar la tecnología 3D V-Cache que hizo tan rápido al Ryzen 7 5800X3D de la anterior generación, hasta el punto de que rivalizaba con chips de generaciones posteriores, y unirla con los procesadores Ryzen 7000 más rápidos. El resultado son tres nuevos chips: el Ryzen 7800X3D, el Ryzen 7900X3D y el Ryzen 7950X3D. Los tres tienen un tamaño de memoria cache muchísimo más grande – 104MB de cache L2 y L3 en el Ryzen 7 y hasta 144MB en el Ryzen 9 – para minimizar el tiempo que pasa la CPU esperando a que los datos se copien en la cache, incrementando considerablemente el rendimiento en algunos juegos.
En los benchmarks proporcionados por AMD el 7800X3D era entre un 10% y un 25% más rápido que el 5800X3D a 1080p en títulos como Cyberpunk 2077, Shadow of the Tomb Raider, Borderlands 3 o F1 22. Esto es un poco menos de lo que esperaba, teniendo en cuenta que el 7800X3D también utiliza memoria RAM DDR5 en vez de la DDR4 que usaba el 5800X3D. Quizás la comparación más interesante sea entre el 7950X3D y el 13900K de Intel, donde AMD promete una mejora de entre el 9% y el 24% en juegos como Watch Dogs Legion, Dota 2, Rainbow Six Siege o Horizon Zero Dawn.
